TODOS hemos comenzado a entrenar y tras llevar unos meses...nos pica el gusanillo de la suplementación. Si si a TODOS nos pasa, pues bien la respuesta más común es hacercarse a una de las miles de webs de suplementación que existen hoy día, y sin los criterios ni los conocimientos necesarios adquirir la "mejor" proteina porque así nos lo indica la publicidad o nuestro bolsillo. Pero tras terminar el bote...nos preguntamos: ¿ esto me ha servido ? y la respuesta es siempre la misma: NO. Para comenzar un programa de suplementación es muy importante hacer incapié primero en el significado de la palabra. Suplemento como su nombre lo indica es un "plus" un añadido a una correcta alimentación, así que si nos saltamos este primer pto...ya estamos cometiendo errores, pero no termina ahí la cosa. Tan importante como adquirir un buen suplemento es saber que tenemos entre nuestras manos, qué cantidad tomar, y cuándo tomarla son dos premisas básicas en la administración de un suplemento, y es ahi dónde radica el gran error, NO es una proteina el suplemento rey a la hora de comenzar una suplementación, y NO funciona bien en nuestro cuerpo si lo tomamos inmediatamente después de entrenar como se empeñan en hacernos creer las casas comerciales. Es en ese momento crítico tras el entreno cuando entra en juego nuestra amiga la AMILOPECTINA, para recargar bien los depósitos de glucógeno y posteriormente emplear la proteina de la dieta o de la suplementación para comenzar el proceso de reparación de los tejidos dañados.
